Por Juan Pablo Ayala el 2 de mayo, 2023 a la(s) 2:14 pm
La diversidad de pensamiento nos hace más fuertes, no más débiles. Sin diversidad, morimos como especie; no podemos adaptarnos a los cambios en el entorno. Nos necesitamos unos a otros para sobrevivir. Lo mismo sucede en los negocios.
La diversidad es lo que nos permite sobrevivir como especie. Este es un hecho fácilmente observable en el mundo biológico. Desde los nichos hasta la selección natural, la diversidad es la clave común del éxito tanto para el individuo como para el grupo.
Tomemos la idea central de la selección natural: los genes, individuos, grupos y especies con los rasgos más ventajosos en un entorno dado sobreviven y se reproducen en mayor número. Finalmente, esos rasgos ventajosos se extienden. La población general se adapta más a ese entorno. Esto ocurre en múltiples niveles, desde simples genes hasta ecosistemas completos.
Dicho esto, la selección natural no puede funcionar sin un conjunto diverso de rasgos para elegir. Sin variación, la selección no puede mejorar la proliferación del grupo de nivel superior.
Es por eso que nos resulta frustrante que, a menudo, parezca que luchamos contra la diversidad de pensamiento. Este tipo de diversidad no debería amenazarnos; debería energizarnos. Significa que tenemos una variedad más amplia de recursos para enfrentar los desafíos inevitables que enfrentamos como especie.
Imagina que un meteorito está en camino a la Tierra. Este accidente sería el final de todos. No importa lo egoístas que seamos, nadie quiere ver a la humanidad aniquilada. Así que, ¿qué hacemos? ¿No te gustaría que pudiéramos llamar a más de tres personas para ayudar a encontrar una solución?
Lo ideal sería que miles de personas con diferentes habilidades y antecedentes abordaran este problema del meteorito. Muchas mentes y muchas opciones para cambiar el rumbo de la roca y salvar la vida tal como la conocemos. La diversidad de antecedentes (variaciones en habilidades, conocimientos, formas de ver y comprender el problema) podría ser lo que, al final del día, nos salvaría. Pero, ¿por qué esperar la amenaza? Una especie inteligente reconocería que si la diversidad de conocimientos y habilidades fuera útil para lidiar con un meteorito, entonces probablemente sería útil en un conjunto completo de otras situaciones.
Por ejemplo, muy pocas empresas pueden sobrevivir con un conjunto de conocimientos que llevará su producto desde el concepto hasta los hogares de sus clientes. Nunca imaginarías que una empresa pudiera emplear clones y tener éxito. Todos literalmente pensarían de la misma manera.
Las empresas se enfrentan a un conjunto único de problemas que requieren soluciones creativas y no googleables.
Naturalmente, pensarías que estas valoran y buscan la diversidad para resolver esos problemas; pero te equivocas: cada vez es más difícil que se abran a la diversidad.
¿Tienes mucha deuda? Eso podría hacerte susceptible al chantaje. ¿Eres divorciado? Puedes ser un desastre emocional, lo que podría significar que tomarás decisiones emocionales y no racionales. ¿Hiciste algo en tu juventud que no quieres que nadie sepa? Eso hace que sea más difícil confiar en ti. ¿Eres gay, pero no se lo has dicho a nadie? Riesgo de chantaje. ¿Tienes una opinión específica de política? ¿Alguna enfermedad? Y la lista continúa.
A medida que el proceso de reclutamiento se vuelve cada vez más engorroso (tratando de reducir el riesgo), cada vez hay menos diversidad involucrada. Las personas que pasan por la puerta son cada vez más parecidas.
Y si eres uno de los afortunados que lo lograron, recibirás un check list de desarrollo profesional. Si deseas una promoción, sabes exactamente qué experiencia y capacitación necesitas para conseguirla. Es simple. No requiere mucho pensamiento de tu parte.
La combinación de esto significa que los empleados miran y tratan cada vez más de resolver los problemas de la misma manera. La fuerza laboral es menos efectiva de lo que solía ser. Esto significa que debes de contratar a más personas para hacer lo mismo o pagarle a empresas, agencias o consultores que sí contratan inadaptados para que resuelvan estos problemas por ti.
La diversidad es necesaria en el lugar de trabajo para generar creatividad e innovación. También es necesaria para que las cosas se hagan. Los equipos diversos pueden atacar los problemas desde todos los ángulos e identificar más soluciones posibles que los equipos cuyos miembros piensan igual. Las empresas también necesitan diversas habilidades y conocimientos para mantenerse en funcionamiento. Los amos de las finanzas pueden no ser las mismas personas que se lucirán con el marketing. Y cuanto más rápido cambian las cosas, la diversidad se vuelve más valiosa para poder adaptarnos y aprovechar las oportunidades.
Todos sabemos que una persona no puede hacerlo todo. Todos podemos reconocer que dependemos de muchas otras personas todos los días solo para vivir. Interactuamos con el mundo a través de los productos que utilizamos, el entretenimiento que consumimos, los servicios que brindamos. Entonces, ¿por qué las diferencias a menudo nos perturban?
Cualquier diferencia puede generar esta reacción: género, nacionalidad, origen étnico, orientación sexual. A menudo, salimos con otras personas como nosotros porque, admitámoslo, la comunicación es más fácil con personas que tienen una experiencia de vida similar. Y a la mayoría de nosotros nos gusta sentir que pertenecemos: pero, un sentido de pertenencia no debería venir a costa de la diversidad.
Consideremos esto: las aves no obtuvieron sus plumas para volar. Originalmente las desarrollaron para brindar calidez o para ser más atractivos para posibles parejas. Fue sólo después de que comenzaron a aparecer esas plumas que las aves finalmente comenzaron a volar. Las plumas se consideran una exaptación, es decir, algo que evolucionó para un propósito pero luego se volvió beneficioso por otras razones. Cuando el entorno cambia, lo cual inevitablemente pasa, una especie tiene una probabilidad significativamente mayor de supervivencia si tiene una diversidad de rasgos que puede reutilizar. ¿Qué podemos reutilizar si todos se ven, actúan y piensan de la misma manera?
Además, una población genéticamente homogénea es fácil de eliminar. Es desconcertante que alguien piense que es una buena idea. Considera el caso de la hambruna de la papa en Irlanda: a mediados del siglo XIX, una plaga que afectaba la papa se extendió por gran parte del mundo. Aunque devastó los cultivos de papa en todas partes, solo en Irlanda resultó en una devastación generalizada. Alrededor de una cuarta parte de la población de Irlanda murió o emigró en unos pocos años para evitar el hambre. ¿Por qué esta plaga tuvo consecuencias tan importantes allí y no en ningún otro lugar?
La respuesta corta es la falta de diversidad. La papa era el cultivo básico para la gente de escasos recursos de Irlanda. Las granjas de arrendatarios eran tan pequeñas que solo las papas podían cultivarse en cantidad apenas suficiente para alimentar a una familia. Demasiada gente dependía de este cultivo para satisfacer sus necesidades nutricionales. Además, los irlandeses cultivaban principalmente un mismo tipo de papa, por lo que la mayoría de los cultivos eran vulnerables a la misma enfermedad. Una vez que la plaga golpeó, infectó fácilmente los campos de papa en toda Irlanda, porque eran todos iguales.
No puedes adaptarte si no tienes nada que adaptar. Si todos somos iguales, si hemos eliminado todas las diferencias porque nos resulta menos desafiante, entonces aumentamos nuestra vulnerabilidad a diversos problemas. ¿Somos demasiado parecidos para superar desafíos imprevistos?
Incluso el proceso reproductivo se trata, en esencia, de diversidad. Obtienes la mitad de tus genes de tu madre y la otra mitad de tu padre. Estos pueden combinarse de tantas maneras diferentes que 21 hermanos serán genéticamente únicos.
¿Porque es esto importante? Sin esta diversidad, nunca habríamos llegado tan lejos. Es esta novedad, cada vez que se inicia la vida, lo que nos ha dado opciones en forma de mutaciones. Son como avances científicos inesperados. Algunos de estos llevaron a nuestra especie a nuevas capacidades increíbles. ¿Y los que resultaron en menos aptitud? Es probable que estos no sobrevivieran. El éxito en la vida, la supervivencia a gran escala, tiene mucho que ver con los beneficios potenciales creados por la diversidad inherente al proceso reproductivo.
La diversidad es lo que nos hace más fuertes, no más débiles. Biológicamente, sin diversidad, morimos como especie. Ya no podemos adaptarnos a los cambios en el entorno. Lo mismo sucede en los negocios, y también es cierto para la diversidad social. Sin diversidad, no tenemos recursos para enfrentar los desafíos inevitables, no hay potencial para mutaciones beneficiosas o avances que puedan salvarnos. Sin embargo, seguimos teniendo dificultades con este concepto. Todavía estamos tratando de descubrir cómo vivir juntos. No estamos listos para ese meteorito.
Colaboración de Hugo Cobos.