Por Juan Pablo Ayala el 16 de abril, 2024 a la(s) 9:36 am
Abril es un mes súper especial para nosotros en #MixenMx ya que es nuestro mes de aniversario, este 2024 cumplimos 12 años de trayectoria, llenos de aprendizaje, sabiduría, oportunidades y éxitos.
Quiero compartir un poco de los comienzos de Mixen con ustedes, todavía recuerdo aquel 2012 en el Parque Orión, donde nos incubamos y comenzamos nuestro camino, fue una decisión muy afortunada realmente. Todo comienza en 2011 cuando me invitan a participar en la reestructura del concepto comercial de Expogan en aquellos años, era la primera vez que iba a participar en un proyecto de ese tamaño, fue un buen reto, desafiante en muchos sentidos: creativo, operacional, logístico, en fin, en ese momento ya tenía 7 años de experiencia trabajando para empresas relacionadas con mercadotecnia y publicidad, pero no con proyectos freenlace, era un verdadero desafío. Expogan fue uno de mis primeros casos de éxito en muchos sentidos, desde conocer como era participar en eventos de ese tamaño, hasta el gran aprendizaje de como ejecutar las distintas etapas y herramientas de la campaña que lo acompañaba.
Terminando el evento estaba tan emocionado que sentía que podía realizar cualquier proyecto, en ese momento ya colaboraba con el que, al inicio, fue mi aliado principal para crear Mixen, Jonathan Palma, quien se encargaba de la parte web y de desarrollo de sistemas, y por mi parte me encargaba del diseño y la «estrategia», en aquel momento tenía una idea completamente equivocada de lo que era estrategia, pero bueno… ¿todo tiene un comienzo, no?
Decidimos crear Mixen, significa «mezcla», esto haciendo alusión a la «mezcla de mercadotecnia», concepto que todo el tiempo tenía muy presente para efectos de mi actividad diaria, y nos propusimos comenzar en Monterrey, debido a que era un lugar en donde se encontraban muchas de las agencias de todo tipo, que admiraba hasta ese momento, y para contextualizar, esa decisión de irnos para allá y comenzar Mixen, fue de las mejores decisiones que pudimos haber tomado; de aquí se pueden contar muchas cosas que nos daría para otro artículo, posteriormente se las cuento, para no hacer tan larga la historia en esta parte.
A nuestra vuelta de Monterrey, llegamos con una idea muy clara de que queríamos hacer, «especialización» fue nuestro mensaje maestro y lateralmente «digitalización» era increíble como hasta aquel momento no había muchas opciones para temas web en Monterrey, incluso nuestro primer cliente formal, que eso también fue muy extraño, fue Copamex, esta empresa dedicada al papel en todo México, debido a que una de las empresas que visitamos para formar alianzas no lo podía atender y nos lo cedió 😆 que cosa tan maravillosa (parte de esa gran historia de aquellos rumbos), el caso es que llegamos muy motivados, con una completa ignorancia de como era formalizar una empresa y por supuesto que si iniciamos mal, mochos, ignorantes al respecto, incluso hubo un momento después de eso, en donde nos juntamos alrededor de 5 personas para potenciar Mixen y fue un completo desastre, sin embargo, ese recuerdo es entrañable porque al cabo del tiempo cada uno de esos personajes se convirtieron en grandes amigos, pero en ese momento fue desastroso, hubo un momento donde me separé y volví y fue ahí donde llegamos al Parque Orión.
Fue una oportunidad que no pudimos rechazar por diversas razones, una de las principales fue que era ridículamente barato para lo que ofrecía, en aquel momento costaba $10,000 entrar el programa y tenías derecho a espacio físico (cubículos), charlas de todo tipo relacionadas con el emprendimiento, asesorías personalizadas, etc, ahora que menciono «emprendimiento» creo que no estaba para nada relacionado con ese término hasta ese momento que nos unimos al Tecnológico y de ahí en adelante jamás dejé de utilizar ese concepto para todas las áreas de mi vida, es una gran herencia que disfruto en vida. Retomando, el programa se supone que duraba alrededor de 6 – 8 meses una cosa así, claro que nos estuvimos como por año y medio, debido a que el programa se estaba validando y era en esencia, un proceso lento, en ese «inter» estuvimos en el edificio más icónico de Chihuahua a nivel tecnológico y arquitectónico, perteneciente al Tec de Monterrey, que ese fue otro gran regalo involuntario, y todo por haber pagado esos diez mil pesos iniciales, era una locura para nosotros disfrutar de todo eso por esa cantidad de dinero, acceso a toda esa infraestructura y lo mejor de todo que era solo para unos cuantos, eramos muy pocos, los emprendedores no sabían de su existencia desafortundamente, hasta años después que fue agarrando un vuelo tremendo y ahora es uno de los lugares con más reconocimiento en temas de emprendimiento a todos los niveles en todo el país y Latinoamérica.
Hasta aquí vamos en 2012, así comenzamos…