Por Juan Pablo Ayala el 4 de julio, 2023 a la(s) 10:49 am
Para nadie es un secreto que la tecnología ha venido a modificar exponencialmente la manera en que habitamos este mundo y nuestra interacción con él. Es, sin duda, un poderoso generador de experiencias extraordinarias y un sólido eslabón entre nosotros y nuestra imaginación permitiéndonos materializar momentos fantásticos producidos muchas veces por las marcas.
El aprovechamiento de los recursos tecnológicos que se desarrollan hoy en día ha permitido que disciplinas como el marketing exploren senderos alternativos y generen sinergia al lado de las mentes detrás de cada acción ejecutada por las distintas marcas.
Las herramientas tecnológicas de que se dispone son cada vez más avanzadas, complejas y fascinantes. Ponen al alcance de la mano la materialización de una imaginería recluida en una celda mental que súbitamente se libera para aterrizar en un mundo que cada vez raya más en lo inverosímil.
Es nuestra obligación como marcas tener una imaginación despierta y a la altura de los avances tecnológicos de la actualidad. Tenemos, además, el reto de sorprender al consumidor con experiencias más relevantes, cosa que es cada vez más difícil en una actualidad donde se tiende a pensar que ya se ha visto todo y nuestra capacidad de asombro se cierra conforme nuestros sentidos se abren a esas nuevas experiencias.
La adopción de tecnologías tiene repercusión en distintas variables de importancia para los negocios, brindándoles ciertos beneficios que no pueden ser ignorados:
Acercamiento. Por medio de los distintos avances las marcas están mucho más cerca de sus consumidores tanto reales como potenciales. La ubicuidad que brindan las herramientas en estos días es impresionante: tecnología móvil, activaciones, geolocalización, y demás ejecuciones. Sin embargo, es fundamental escoger los momentos precisos y de alto impacto para generar una persuasión más efectiva y verdaderamente influyente.
Interacción. Recursos como la tecnología inmersiva, realidad aumentada, realidad virtual, gamificación, mobile marketing, involucran directamente al consumidor en una actividad que exige un intercambio de acciones en torno a las bondades que ofrece una marca, permitiéndole a la misma obtener una respuesta inmediata por medio de una ejecución poco tradicional y divertida o interesante para el consumidor.
Retroalimentación. Debido al carácter inmediato, directo e interactivo de las actividades de marketing basadas en tecnología, la retroalimentación que se obtiene suele ser igual de rápida, así como fidedigna. El consumidor puede manifestar su pensar y sentir acerca de alguna marca, promoción o actividad en específico, generando, además, data de interés sobre su comportamiento, obteniendo así una visión mucho más clara y precisa sobre la apreciación de nuestra marca en el mercado.
Métricas. Una de las principales bondades que brindan las tecnologías a disciplinas como el marketing es el diseño y desarrollo de sistemas de medición mucho más precisos, rápidos y veraces. Muchas veces las mismas herramientas que son utilizadas para realizar alguna campaña o actividad promocional son provistas de instrumentos de medición y evaluación de resultados completamente personalizables y modificables tanto en alcances como en segmentos y periodicidad.
Branding. Hoy en día, gracias a la tecnología, resultan mucho más amplias las posibilidades que tienen las marcas para trabajar en su branding: desarrollar y explotar una identidad y propósito; explicar sus principales atributos e involucrar al consumidor en una serie de experiencias para crear awareness y engagement.
Simplificación. Otro de los aspectos canónicamente reconocidos de las tecnologías es que existen, precisamente para simplificarnos la vida. Una marca que adopta holísticamente recursos tecnológicos novedosos, tiene una oportunidad de automatizar tanto procesos de producción como de distribución y comercialización; genera, además una ventaja competitiva. Facilita la toma de decisiones a sus consumidores, simplifica sus puntos y momentos de contacto, y es capaz de desarrollar productos y servicios que hagan más sencilla la vida estos.
Compromiso. Una contraparte que conlleva el uso de tecnologías es el compromiso que se adquiere, es decir, es menester de las compañías mantenerse a la vanguardia y no retroceder o desistir en el uso de las mismas. La consistencia y continuidad, como toda práctica, permiten un conocimiento más profundo y una disciplina sólida en su uso y una mentalidad proclive a la experimentación, exploración y búsqueda de nuevas formas y métodos en la generación de experiencias.
El uso de las tecnologías en los negocios es fundamental, no solo para sus procesos internos; lo es también para las demás variables del proceso de comercialización: desarrollo y diseño de producto, sistemas de pago, asistencia técnica y atención a clientes, evaluación y medición de resultados, investigación, segmentación, comunicación interna, endomarketing, y una extensa lista de factores inmersos en las actividades comerciales de una marca.
Desde la simplicidad de un código QR hasta la generación de experiencias inmersivas, y el uso de inteligencia artificial, las compañías tienen a su alcance una amplísima gama de herramientas para generar un cambio positivo en la vida de las personas.
Las estrategias comerciales tienen que convertirse en historias; los estrategas necesitan convertirse en creadores de estas mismas. Tecnología sin imaginación no es nada. Una mente la desarrolla, otra debe aprender a aplicarla y llevarla a nuevos alcances; romper esa pasividad las compañías análogas, de la estrategia tradicional que no tiene el menor efecto en el consumidor de hoy.
Colaboración de Hugo Cobos.